Tras ver los anuncios propuestos: «Malas prácticas. Observatorio Andaluz de la publicidad no sexista» en el curso «Educar en igualdad», no he podido resistirme a comentar el anuncio de juguetes de Lidl.
El motivo: sencillo. Soy padre, y el anuncio en cuestión tiene su miga. El estereotipo está muy claro: mientras las niñas, complementos para la «cocinita», para el niño un juego de construcción. El rol de mujer en la cocina y en las labores de la casa y el hombre preparándose para el trabajo, está muy claro en el anuncio. ¿Es que no podría ser razonable que al niño le guste jugar con la cocinita y a la niña con el juego de construcción?
El anuncio está dirigido a los niños, ¡qué felices se los ve con sus juguetes nuevos! Los géneros no están caricaturizados, y ambos sexos están representados por niño-niña (guapísimos ambos) y la mar de felices.
No aparece ningún adulto en el anuncio, pero da a entender que esos regalos han sido traídos por ¡Papá Noel! y lo mejor es que es el hermano el que pide a Papá Noel -oso: «Este año mi hermana ha sido muy buena y me gustaría que le trajeras…»
Hasta aquí mi reflexión de la primera actividad de la unidad 3.